Verde, gris y azul: cuál es la diferencia entre los distintos tipos de hidrógeno y qué “color” tiene más potencial en la Argentina
10 noviembre, 2021Sofía Diamante
El Gobierno sorprendió días atrás con el anuncio de que una empresa australiana, Fortescue, invertirá US$8400 millones en la Argentina durante los próximos 10 años para instalar una planta de hidrógeno en la provincia de Río Negro. Si bien la compañía no confirmó esta inversión a sus accionistas, pese a que cotiza en la bolsa, no son pocos los analistas que proyectan que esta energía podría reemplazar en el futuro al petróleo y al gas.
Hoy el hidrógeno se utiliza en el país en la industria química para la producción de fertilizantes y en la refinación de petróleo. “Se produce a partir del gas natural, mediante un proceso de reformado de metano con vapor, o a partir de la gasificación del carbón. Se considera un proceso limpio, ya que solo requiere de materia prima, agua y gran cantidad de energía eléctrica”, dice Julieta Rabinovich, analista de energía en la consultora de GME Group.
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Se le llama hidrógeno verde cuando este componente se obtiene al separar las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) mediante electricidad (electrólisis) generada a partir de fuentes renovables, un proceso que todavía no es rentable económicamente. En la Argentina (y el mundo en general) se genera el hidrógeno gris (a través del reformado de vapor de gas natural) y el azul, que es el mismo proceso que el gris, pero se captura el dióxido de carbono (CO2) en lugar de ser emitido a la atmósfera.
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“El uso de los combustibles ha ido evolucionando cada vez con más hidrógeno y menos carbono. En la medida en que se pueda producir hidrógeno en forma económica irá reemplazando al gas natural, al petróleo y al carbón, porque produce más energía por kilogramo que cualquiera de los otros. Por lo tanto, la eficiencia es mayor y la contaminación es mucho menor, porque cuando se usa libera agua, que es bastante afín al ser humano, distinto al dióxido de carbono que nos mata hoy en día”, explicó Eduardo Hadad, profesor asociado en la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Y agregó: “Es racional pensar que en 20 años el combustible principal será el hidrógeno; no quiere decir que los otros no se pueden utilizar, pero serían utilizados en condiciones particulares”.