Demandan más apoyo para productores de algodón y reducir importaciones
3 septiembre, 2020El senador Juan Manuel Focil Pérez planteó, en el Pleno de la Cámara de Senadores, la necesidad de ampliar y mejorar los apoyos económicos, tecnológicos y humanos que se destinan en la producción del algodón, con el objetivo de depender menos de las importaciones e incentivar el empleo.
El legislador del PRD propuso un punto de acuerdo, para exhortar a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a brindar mayor apoyo al campo algodonero.
Afirmó que México debe adoptar una política agrícola e industrial para el producto, con énfasis en el desarrollo de una estrategia logística, que incluya incentivos atractivos para aumentar el consumo de fibra mexicana de calidad.
Además de que se necesita de un programa de investigación robusto para generar nuevas variedades de semillas que hoy no se tiene, y eliminar el uso de las transgénicas de importación utilizadas y que hace dos meses fueron prohibidas, afectando a los medianos y pequeños productores, mencionó.
En México, el cultivo del algodón da empleo a 114 mil personas que se dedican a la población, y de acuerdo con información del INEGI se han generado más de 700 mil jornales directos y se han creado un millón 800 mil jornales de forma indirecta, expuso el legislador, refirió.
Agregó que los empleos generados por el cultivo de algodón superan 20 veces a los que crea la producción del café, pero a pesar de ese escenario, México está importando más del 50 por ciento del producto, es decir 212 mil toneladas que se requieren en el país.
Eso sucede, apuntó, porque no hay suficiente cosecha de algodón para la demanda, sin embargo la capacidad sí se tiene en tierra, así como personas calificadas para la producción, pero ante la falta de apoyos es que se tiene que importar.
Aseguró que con el apoyo al campo algodonero, no solo se podría satisfacer la demanda de 421 mil toneladas, sino que la cifra puede crecer hasta las 690 mil toneladas, y exportar la fibra a otras partes del mundo.
“Eso generaría un superávit en la producción nacional y además incentivaría el mercado interno de fibra, semilla y sus múltiples productos, evitando así la importación y contrabando de la fibra e incluso, trasladarlo desde largas distancias”, concluyó.